La cantante mexicana Gloria Trevi y su manager Sergio Andrade son
capturados en Río de Janeiro tras una larga persecución

¿La bella y la Bestia? Trevi y su representante Andrade, acusados de corromper a menores  

(TIME) -- Severino Amos no prestaba mucha atención al pequeño grupo de adolescentes que veía entrar y salir del rascacielos ubicado en el 136 de la Rua Domingos Ferreira, cerca de la playa de Copacabana, en Río de Janeiro.

Una de las chicas estaba en los últimos meses de embarazo y otra tenía un niño pequeño. La miseria se notaba en el rostro y las vestimentas de todas ellas. En ocasiones, hasta seis jovencitas pasaban la noche en el estudio del cuarto piso.

Por la mañana, un hombre corpulento de pelo oscuro visitaba el departamento, a veces cargado con una caja de pañales, y luego salía con una o varias chicas.

"Pensé que eran hippies", dijo Amos, quien trabaja como portero en el edificio contiguo. "Jamás imaginé que la policía los buscaba".

Pero lo cierto era que al menos tres de esas personas, incluyendo al hombre obeso, eran fugitivas de la policía.

Escondida tras un par de anteojos oscuros y una apariencia discreta se ocultaba Gloria Trevi, la estrella del rock mexicano de 29 años que durante los últimos siete meses había sido objeto de una de las más extensas búsquedas de la historia de América Latina.

Gloria Trevi y Sergio Andrade, su misterioso representante, huyeron de México en noviembre de 1998, después de una oleada de acusaciones de que habían seducido engañosamente a numerosas admiradoras menores de edad para introducirlas en un submundo de privaciones, abusos y esclavitud sexual.

Todo terminó la semana pasada, cuando un escuadrón formado por policías brasileños y agentes de la Interpol llamaron a la puerta de su departamento.

Junto a Trevi y Andrade se hallaban Karina, Karola y Katia de la Cuesta Soria, tres hermanas mexicanas, y la cantante María Raquel Portillo, una antigua amante de Andrade, cuya carrera como cantante -bajo el seudónimo de Mary Boquitas- también había sido dirigida por él. Portillo había tocado con Trevi en una banda femenina a fines de los años 80.

Las tres hermanas fueron liberadas al no haber cargos en su contra. Los demás fueron acusados de corrupción de menores, aunque se espera que se añadan los cargos de secuestro y estupro.

Las autoridades mexicanas solicitaron su extradición de inmediato, un proceso que podría llevar tres semanas, o más, si el trío decide apelar. Por el momento, están detenidos sin posibilidad de libertad bajo fianza en la prisión Nelson Hungria de Río.

Mientras era escoltada por la policía, Trevi aparentaba una siniestra serenidad, sonriendo y saludando a los transeúntes que observaban la escena. Trevi pidió que la dejaran maquillarse antes de aparecer ante los fotógrafos y las cámaras de televisión.

La cantante ha negado, mediante su abogado, conocer los cargos que se le imputan, y ha declarado que se encontraba en Brasil de vacaciones, no para escapar de la Justicia.

Hasta el momento del arresto Andrade no había aparecido en público desde 1997, y Trevi desde mediados de 1998.

Según la policía, la pareja estuvo viviendo en España y es posible que hayan visitado Argentina y Uruguay, pero habían permanecido en Brasil desde su llegada a Sao Paulo, en diciembre de 1998.

En marzo del año siguiente, cuando la oficina del procurador del estado de Chihuahua dictó sendas órdenes de arresto para interrogarlos sobre la desaparición de una adolescente que había sido confiada a su cuidado, el grupo vivía tranquilo y cómodo en Río, con visados de turistas extendidos bajo sus verdaderos nombres.

De hecho, la policía brasileña dice haber ubicado a la Trevi hace cuatro meses, cuando acudió a renovar su visado. Sabían que era fugitiva, pero no podían tomar ninguna medida en su contra sin una petición formal de México. Los papeles llegaron el 12 de enero.

Esta inexplicable demora es otro de los misterios de la larga, extraña y trágica historia de la desafiante y descarada estrella de rock que un día fue el símbolo del poder femenino en México.

A principios de los años 90, esta mujer -hoy acusada de esclavizar jovencitas para complacer a un representante tiránico- era "una superestrella, la Madonna mexicana", según Cristina Saralegui, conductora de la tertulia televisiva más famosa de Latinoamérica.

"La Trevi" era una joven irreverente, alborotadora, que cantaba vistiendo medias rotas y zapatos raídos, movía el pubis provocativamente y decía que quería ser presidenta de México.

"La sociedad quiere sofocarme/pero no lo permitiré", cantaba, y hacía declaraciones públicas sobre temas tan polémicos como el aborto y la corrupción gubernamental. El público joven, aburrido del pop-fórmula que imperaba, adoptó su estilo sexy y agresivo, compró sus discos por millones y convirtió su película de 1991, Pelo Suelto (supuestamente autobiográfica), en el mayor éxito comercial de México. Para 1998 la estrella no brillaba con el mismo fulgor. Dos años antes Trevi había abandonado las giras. En su último concierto confesó entre lágrimas que Andrade, el hombre que la había descubierto como cantante en el metro de Ciudad de México, tenía cáncer:

"El me ayudó. Ahora debo quedarme a su lado". En 1997 intentó hacer un programa de variedades que resultó un fracaso. Las cadenas de televisión dejaron de invitarla a participar en sus tertulias y paneles de artistas. Parecía destinada a perderse en la oscuridad.

Luego, en abril de 1998 surgieron los primeros indicios de problemas serios. Aline Hernández, ex esposa de Andrade y también cantante y actriz, publicó un revelador libro titulado "La gloria por el infierno".

En él Hernández denunciaba que en 1989, cuando ella sólo tenía 13 años, Trevi, que acababa de lanzar con inmenso éxito su primer disco, la había sacado de una calle de Ciudad de México prometiéndole que Sergio Andrade la convertiría en una estrella como ella.

La oferta era muy tentadora. Gloria Trevi era la mayor atracción del país y Andrade era un premiado compositor que había dirigido las carreras de otras estrellas mexicanas. Los padres de Hernández aceptaron, y ésta se mudó con Andrade.

En pocas semanas se convirtió en una verdadera esclava. Según su relato Hernández era una de las tantas chicas que, presionadas por Trevi, tenían relaciones sexuales con Andrade y aceptaban sus extrañas reglas.

Entre éstas estaba la de no tener contacto con otros hombres ni con sus propias familias, y la de dejarse flagelar como castigo por infringir sus normas domésticas.

Hernández se casó con su representante en 1991, cuando ella tenía 15 años y él 34, pero al cabo de un mes escapó de su sórdido matrimonio y regresó al hogar de sus padres.

Confundida y herida, Hernández dice que ha guardado el secreto durante años. Sus acusaciones sacaron a Trevi de su aislamiento. La cantante las negó terminantemente en varios programas de televisión y juró que jamás había tenido una "relación amorosa" con Andrade.

En general, el público le creyó. Pero el caso de la desaparición de Karina Yapor Gómez fue más difícil de acallar.

En abril de 1999 los padres de Yapor -una familia humilde de clase media-baja de Chihuahua- informaron haber recibido una sorprendente llamada de las autoridades de España, donde su hija de 16 años había estado viviendo con al menos otras nueve chicas bajo la tutela de Andrade y Trevi.

Al igual que Hernández, Karina había dejado su hogar a la edad de 13 años para estudiar música con Andrade.

Los agentes españoles revelaron que en diciembre del año anterior su hija había tenido un bebé, al que posteriormente había abandonado. Un vecino llevó al niño a un hospital, lo que movió a las autoridades a ponerse en contacto con los padres de Karina. Estos, que llevaban meses sin saber nada de Karina, ni siquiera si estaba viva, asumieron la custodia del bebé y presentaron una denuncia por secuestro y corrupción de menores contra Andrade, a quien presumen padre de la criatura.

El caso salió con grandes titulares en la prensa latinoamericana. Ni Trevi ni Andrade respondieron a las acusaciones y se mantuvieron ocultos. Se dijo que estaban escondidos en Europa, Chihuahua, El Salvador, o en McAllen, Texas.

En diciembre de 1999, después de presentar la denuncia, los Yapor finalmente tuvieron noticias de Karina. Los llamó para rogarles que retiraran los cargos a cambio de su regreso a casa. Ellos se negaron, pero Karina regresó de todos modos, acompañada de Marlene Calderón, otra chica del grupo de Andrade y Trevi.

En una serie de entrevistas Karina aseguró que jamás había sido maltratada, y que su hijo había sido "fruto del amor" entre ella y un hombre al que sólo identificó como "Francisco". Dijo no haber visto a Trevi o a Andrade en más de dos años, y especuló con que estuvieran en Roma. Nadie le creyó. La policía además arrestó a Calderón como cómplice de secuestro.

Las compuertas del escándalo ya estaban abiertas. Varias mujeres, desde la conocida cantante Lorena Herrera, hasta Guadalupe Carrasco, una antigua reina de belleza del estado de Guerrerro, de 26 años, contaron sus propias historias. Tamara Zúñiga, una estudiante de Santiago de Chile ofreció un testimonio especial.

Tamara, que ahora tiene 24 años, cuenta que durante una concurso en Santiago para descubrir a "dobles" de Trevi, se le acercó una mujer y le ofreció entrar en la "escuela" de Andrade. En poco tiempo, afirma Zúñiga, se vio completamente sometida, a menudo sin alimentación, y aislada del resto de las chicas, incluyendo a su hermana mayor, en la casa comunitaria del grupo.

Zúñiga cuenta que una noche Gloria Trevi le suplicó que se ofreciera para tener relaciones sexuales con Andrade. "Lloraba, imploraba", relata la chilena. "[Dijo] que él necesitaba mi afecto para curarse de pasadas relaciones traumáticas". Zúñiga, según afirma se negó, pero Andrade la violó de todos modos.

Después de varios meses de este trato, Andrade permitió que Tamara y su hermana viajaran a Chile acompañadas de Mary Boquitas, quien, según varias chicas actuaba como espía de Andrade y jefa del grupo mientras viajaban.

Boquitas debió viajar a Argentina repentinamente, y las hermanas aprovecharon para fugarse.

"[Nuestra familia] al principio no nos creía. La policía tampoco creyó nuestra historia", contó Zúñiga a TIME con una suave voz. Pero el caso Yapor terminó con la incredulidad.

Zúñiga ha presentado contra sus captores una denuncia por secuestro, abuso sexual y corrupción de menores, y espera que Andrade "reciba lo que se merece".

Son pocas las víctimas que sienten lo mismo hacia Trevi. En su opinión, a ella la explotaban como a las demás.

"Al igual que todas las chicas, Gloria es la antítesis de su imagen en el escenario; es extremadamente tímida y retraída", asegura Aline Hernández.

En su libro escribió que Gloria estaba tan entregada a Andrade que, a veces, dormía en el piso, junto a su cama. "Ella es tan víctima como cómplice", señaló.

Tristemente, para la mujer que un día fue el símbolo de la liberación femenina en México, probar su condición de víctima podría acabar siendo su mejor defensa.

Informes de Vietnika Batres y Ronald Buchanan/México, Andrew Downie/Rio de Janeiro, Cristóbal Edwards/Santiago y Greg Fulton/Miami





Created by Marcela Martinez on February 2000.

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